El otro drama de la pandemia: El desastre para la economía social. (El puerto sin gente es otro botón de muestra).

"Puerto Chipá" funciona en lo que alguna vez será el Puerto Deportivo de Reconquista. Aquí, donde todos los días y especialmente los fines de semana se concentran y pasan miles de personas para disfrutar de las exquisiteces lugareñas, desde tortas fritas a pescados, ahora es el desierto.
La imagen es del domingo 23 de mayo de 2021, triste, con los locales cerrados, no había a quién atender.
Por la emergencia sanitaria, no pueden concurrir los habituales visitantes que le agregan color y oportunidades de negocios.
La destrucción de la economía social es otro drama de la pandemia y de la falta de vacunas, lo que obliga a mantener encerrada a la población, sin trabajo y sin recreación, dos cuestiones fundamentales en la vida de las personas.
Y desespera el futuro, al que no se lo ve mejorando después de esta nueva encerrona que tiene fecha que a la legua luce ficticia, con muchas vacunas menos de las anunciadas, a las que hay que descontar las que se desviaron para provecho propio los bandidos de turno, los que tienen buen trato del Poder Judicial santafesino porque aún ni siquiera se los convocó para imputarlos, ni siquiera a los que confesaron públicamente que las desviaron, como políticos y miembros del Consejo de Administración del Hospital Reconquista ...ni siquiera justicia.
Qué paradoja, por ahora en Reconquista solo sentenciaron a los que violaron las restricciones a las libertades anuladas (varios ya tuvieron que pagar las multas), pero ni siquiera imputaron aún a los que cometieron el delito de apropiarse de las vacunas. ¿Qué hicieron con la balanza, dónde está el equilibrio, dónde está la justicia secuestrada?.
Ni el mejor intencionado encuentra señales de sensatez. Eso si, la pandemia también es cierta y desde ReconquistaHOY no la negamos, por eso abrazamos con el corazón a todos los que perdieron afectos, de ellos también nos ocupamos diariamente. Y también nos duelen que patrañas de turno usen ese dolor para justificar lo injustificable.
Gustavo Raffin - ReconquistaHOY