Condenaron a un joven que protagonizó un asalto a mano armada. El polémico argumento que esgrimió el fiscal para justificar el acuerdo.

Alexander René Rivero, 20, fue condenado a la pena de tres (3) años de prisión de ejecución condicional, más reglas de conducta, como fijar domicilio, someterse al cuidado del Patronato del Liberado, la prohibición de tener o portar armas de cualquier tipo, prohibición de consumir estupefacientes y abusar de bebidas alcohólicas, prohibición de cometer nuevos delitos y la realización de trabajos no remunerativos en favor de la Municipalidad de Villa Nueva, provincia de Córdoba, por el plazo de seis (6) meses, con una carga de 6 horas mensuales.
Así lo sentenció el juez Santiago Banegas, según lo acordado por fiscal y defensa, con el consentimiento de la víctima. La audiencia fue este miércoles 9 de noviembre de 2022.
El hecho delictivo fue el 21 de noviembre de 2020, alrededor de las 00:30 horas, en la intersección de calles Roca y 57, cuando Alexander Rivero y Juan Pablo Soria, asaltaron a una persona que se movilizaban en una motocicleta.
Sostuvo el fiscal que fue Soria quien iba de acompañante en la moto que conducía Rivero, descendió y, exhibiendo un arma blanca, bajo amenazas intimidatorias, le robó un celular Samsung.
La víctima acudió al Destacamento del Barrio América, cuyo personal alertó a todas las unidades, y -con las descripciones brindadas- los asaltantes fueron interceptados por una patrulla cuando circulaban por Ruta A-009, donde se inició una persecución hasta ser aprehendidos. Allí recuperaron el celular y secuestraron también el cuchillo utilizado para la comisión delictiva.
Para cerrar el acuerdo con el ahora condenado Rivero, el fiscal Leandro Mai, dio por entendido que este joven, quien conducía la moto al momento del asalto, tuvo intención de participar en un "robo simple", que "no tuvo conocimiento que Soria iba a utilizar el arma", lo que agravó el delito. Por eso a Rivero lo dejaron como «cómplice» de un robo simple, según artículos 45, 166, inciso 2°, 47 y 164 del Código Penal.
La conducta más grave quedó imputada para quien el fiscal considera el autor principal, Juan Pablo Soria, quien no llegó a ningún acuerdo y hoy mismo estaba previsto que comience el juicio oral y público, donde se discutirá su responsabilidad con relación a ese y otro hecho delictivo, acontecidos en octubre y noviembre de 2020.
Argumento polémico
Para ceder en la imputación inicial por el delito mayor, el fiscal Mai justificó que Rivero no tiene condena anterior (tiene recién 18 años). Indicó que él tiene "el mandato" para estos casos, de personas tan jóvenes y sin antecedente penal, que se evite enviarlos a la cárcel, "para evitar los efectos adversos que tiene muchas veces en los jóvenes a esa edad".
¿Sería que el Estado tiene miedo de los efectos adversos del Estado?
¿Es la confesión de la ineficiencia de los mismos actores del Estado?
¿Alguien ve una acción estatal que haga pensar en un cambio hacia la eficiencia?
¿Alguien ve acciones del Estado para que los pibes dejen de caer en el delito como alternativa para conseguir lo que desean, en lugar de estudiar y trabajar?
Finalmente, el Dr. Mai aclaró que si Rivero no cumple con cada una de las conductas, o vuelve a cometer un delito, deberá cumplir la pena privado de la libertad, y le van a sumar los años de esta condena.
¿Cree la sociedad que el Estado controla el cumplimiento de las normas de conducta que impone?
Solo dos ejemplos:
Cuando el fiscal Norberto Ríos pidió la prisión efectiva para un condenado en condicional que incumplió con las reglas de conducta (demostró que el reo siguió consumiendo estupefacientes), el juez Mauricio Martelossi se lo negó justificando el consumo, y desoyó la condición alterada. (Siga, siga... dijo Lamolina, famosa cita futbolera)
Esta semana, se supo que Leandro Agustini, beneficiado con la Probation luego de matar hace ocho años a un adolescente y a una joven manejando a altísima velocidad camino al Puerto, ocasión en que además lesionó gravemente a otras dos personas, nunca había cumplido con el trabajo comunitario impuesto, aunque su abogado culpa al Estado que no se ocupó de su parte. Ahora, hicieron un nuevo acuerdo, cambiaron el trabajo por una donación de $150.000.- para el Hospital. Pasaron 8 años del hecho. Y otro detalle: aún ninguna de las víctimas ni sus familiares (en el caso de los fallecidos) cobró un peso, porque el seguro niega cobertura por el exceso de velocidad, muy por encima del permitido, asunto aún en litigio. Probablemente en estos días el autor del hecho reciba el sobreseimiento definitivo y -en ese caso- no quedará ningún antecedente penal del doble homicidio y de las lesiones graves de los sobrevivientes.
En este caso: ¿Qué señales da el Estado para que los conductores mejoren su conducta?
Vemos que los que chocan alcoholizados, una y otra vez, siguen contando con la autorización del Estado para manejar, incluso personas que mataron dos veces, como también hay antecedentes aquí, y más de uno.
Desde ReconquistaHOY señalamos muchas veces que el Estado justifica decisiones con imposiciones que ni siquiera está dispuesto a hacer cumplir.
Ese Estado caro e ineficiente, tiene actores con roles determinados, pero también sin el debido control.
El Estado no demuestra vocación de cambio ni tiene capacidad de autodepuración, porque los hombres que deben tomar las decisiones para mejorar, suelen estar ocupados reclamando más recursos humanos y más presupuesto, como si toda la capacidad de mejorar pasara únicamente por allí, y nada por un cambio real en los criterios y en las decisiones.
Todo suelen justificarlo desde el mundo ideal que no ayudan a construir, tampoco otros actores del Estado, si vemos cómo marcha la educación, los pocos días de clase, objetivos incumplidos, el nivel de deserción, y donde la reacción estatal se eterniza en pagar a los que no trabajan, como para que algunos hayan revertido la conducta humana al límite de creer que se les paga para que no trabajen.
Sus hijos, encima, no están viendo el valor del trabajo para conseguir lo que desean, y -lamentablemente- algunos salen a conseguirlo por la vía delictiva.
El dato de que entran y salen, no funciona como freno inhibitorio, evidentemente. Tampoco los "combos" en una condena luego de 3, 6, 11, o más de 20 hechos delictivos imputados, como también hay antecedentes aquí.
La sociedad lo padece.
Mientras tanto:
Cae la educación
Cae la moral media
Crece el delito
Crece el Estado
Crece el gasto público
Y quien lo sostiene, estudiando, capacitándose y/o trabajando a destajo, con fuerte presión impositiva, sin moneda ni crédito, padece además la inseguridad. Pero también padece cuando no consigue un técnico eficiente o mano de obra calificada para su empresa, frente a un desperdicio de pibes y pibas, cuando en lugar de estar capacitándose, están desfilando por tribunales esperando su indulgencia.
Es una bola de nieve donde todo tiene que ver con todo.
Siempre advertimos desde ReconquistaHOY que "podemos estar peor", pero que también "podemos estar mejor", pero hay que empezar el cambio, cada uno en su rol.
Desespera la demora.
Suerte de nuestra condición humana, de que "todos podemos ser mejores".
Gustavo Raffin - ReconquistaHOY
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