Dan por esclarecido el asesinato de Noemí Burella en Calchaquí

Jorge Zanel, 22, rompió el silencio.
Su abogado pidió una nueva audiencia en la que declaró que Ulises Germán Troncoso, 20, le había confesado que fue él quien mató a Noemí Graciela "Mimi" Burella, 61.
La golpeó a trompadas y la tiró contra el piso, donde le fracturó el cráneo. Luego violó sexualmente el cuerpo ya desvanecido, eyaculó y se marchó robándole el celular y dinero. Dijo que fueron $1.500.-

En cuanto a la manera que Troncoso ingresó, hay dos versiones:
Una, dice que no se conocían y que el delincuente aprovechó que la puerta estaba abierta para entrar a robar. Y para robar la mató, además de abusarla sexualmente.
Otra versión -brindada por el abogado de Zanel, Sixto González- dice que Troncoso le confesó a Zanel que se conocían con Mimí, y que ella lo hizo ingresar; y que luego la situación se desmadró aprovechando Troncoso su supremacía física para atacarla a golpes, violarla y robarle el dinero y el celular.
Minutos después de matarla, Troncoso fue a la casa de Zanel, donde le confesó el crimen; y le dejó el celular robado a cambio de estupefacientes.
Fue el 18 de agosto de 2022, en la Ciudad de Calchaquí.
Días después, el fiscal ordenó las detenciones de Troncoso y Zanel.
A Troncoso le atribuyó la autoría de los delitos de abuso sexual y homicidio triplemente agravado, (calificado por alevosía, por haber sido cometido por un hombre contra una mujer en un contexto de violencia de género -femicidio-; y por haber tenido el fin de ocultar el ataque sexual y para poder consumar el robo, lo que se define como homicidio en criminis causae (cuando alguien mata para procurar la impunidad).
Zanel está imputado de encubrimiento agravado del abuso sexual y del homicidio triplemente agravado.
Ambos permanecen en prisión preventiva desde el 26 de Agosto de 2022, por decisión del juez penal Gustavo Gon, tal lo solicitado por el representante del Ministerio Público de la Acusación. El caso está en manos del fiscal Nicolás Maglier.
Participa de la causa como querellante, la Dra. Laura Dalla Fontana, en representación de Rosana Burella, hija de Noemí.
A quien fuera condenado autor del delito de femicidio, le corresponde la prisión perpetua. Por esa figura no hay otra pena posible.
Por encubrimiento agravado, el abogado Sixto González intentará acordar para su defendido (Zanel) la pena de tres (3) años de prisión, cerrando con un procedimiento abreviado, sin juicio oral y público.
HOMICIDIO TRIPLEMENTE AGRAVADO
El femicidio de Burella fue cometido entre las 19:00 y las 23:00 del jueves 18 de agosto de 2022 en la vivienda de la víctima en Calchaquí.
"El ataque sexual fue cometido en un claro contexto de violencia de género. El imputado sabía que la mujer de 61 años vivía sola, y se aprovechó de ese estado de indefensión, de una relación desigual de poder y de su mayor poderío físico para atacarla sexualmente" , había sostenido el fiscal Leandro Mai, luego de reemplazar a su colega Nicolás Maglier en la audiencia donde discutieron las medidas cautelares.
Explicó que "una de las agravantes se debe a que fue cometido por un hombre en contra de una mujer, mediando violencia de género, por eso se trata de un femicidio".
Otra de las agravantes es la alevosía, ya que el imputado decidió quitarle la vida a la víctima en circunstancias en las que ella no podía defenderse. "El muchacho que quedó en preventiva mide 1 metro 85 centímetros y tiene 20 años, mientras que la mujer era una sexagenaria", indicó el fiscal cuando fundó el pedido de prisión preventiva.
Finalmente, puntualizó que "el hecho fue calificado como criminis causae porque el hombre le quitó la vida a la víctima con el objetivo de procurar su impunidad, tanto por el abuso sexual que había cometido, como para lograr el robo del teléfono celular de la mujer, que se llevó consigo".
En cuanto al otro imputado, el fiscal afirmó que "a sabiendas de su procedencia ilícita, guardó en su casa el celular de la víctima, con el objetivo de vender el dispositivo". Según precisó, "además manipuló el teléfono para borrar rastros de comunicaciones que pudieran vincular al autor del abuso y del femicidio con los hechos cometidos".
Lo curioso del caso es que la misma familia entregó a Troncoso a las autoridades, luego que este les reconoció que había sido autor del crimen.