La defensora pidió que también respeten los DDHH de los hombres, "La perspectiva de género no implica ni prescindir ni flexibilizar los estándares probatorios", advirtió.

Este miércoles 7 de junio de 2023, comenzó un juicio oral y público para Manuel Ceferino Saurin, 53, nacido el 25 de enero de 1970, DNI 21.420.461, domiciliado en Reconquista, a quien se lo esta juzgando por el delito de lesiones leves calificadas por el vínculo y mediar violencia de género.
La pena que solicitaron el fiscal Juan Marichal y la querellante Cintia Pelegrini, es la de un (1) año y tres (3) meses de prisión efectiva; mientras que la defensora pública, Silvia Zabala, pidió la absolución. Quien deberá dar el veredicto al finalizar el juicio, es el juez Santiago Banegas.
El juicio comenzó con el alegato acusador del fiscal Juan Sebastián Marichal, explicando al tribunal que se llegó a este juicio oral y público, siendo un caso de lesiones leves, porque no hubo forma de acordar otra salida, culpando "la intransigencia de Saurin al negarse a cualquier tipo de salida alternativa, aún que no sea un juicio abreviado, como habitualmente llegamos en estas causas de violencia de género e intrafamiliar, para lograr algún tipo de respuesta temprana, reparatoria. Sin embargo, nos hemos encontrado con una pared infranqueable, una persona que ha intentado mostrar o contraatacar a la víctima, con cuestiones que ni siquiera son delitos por hoy, como su vida privada; y esto ha interferido en poder resolver esta causa como muchas otras que tenemos de este tipo, que son innumerables". Reveló que "día a día, recibimos casi cinco causas de lesiones leves, amenazas, desobediencia y los delitos que actualmente se comentan en este contexto".
Añadió: "Vamos a demostrar que existió un hecho y un contexto, que son los dos puntos nodales de una acusación de este tipo".
Refirió que el sábado 8 de junio de 2019, en un domicilio de la Ciudad de Reconquista, en Barrio Zorzón, Saurín empujó a su expareja, provocándole que se cayera, causándole lesiones en la muñeca y brazo izquierdo. Un hecho que "se agrada por un contexto de violencia, con una secuencia reiterada de malos tratos, agresiones verbales, psicológicas y físicas, que existieron con anterioridad y se agudizaron cuando la relación, y más allá de la convivencia que había entre los dos, se manifestó que era imposible".
Prometió probar la culpa de Saurín con el relato de la víctima y también introduciendo fotografías que ella tomó de las heridas.
"También vamos a demostrar que ella fue víctima de un contexto con anterioridad y también con posterioridad que ha sido innecesariamente hostigante, violento para sí. Pasaran los hijos de la pareja y también el médico que constató las lesiones", anticipó.
"Entendemos que esto es suficiente para probar un hecho de esta característica, y vamos a demostrar que Saurin es autor penalmente responsable del delito de lesiones leves calificadas por el vínculo y mediar violencia de género". Avisó que pretende que sea condenado a la pena de un (1) año y tres (3) meses de prisión de cumplimiento efectivo; y anticipó que pretende la prisión preventiva inmediata al momento que le dicten la condena, si logra convencer al juez.
Día a día, recibimos casi cinco causas de lesiones leves, amenazas, desobediencia y los delitos que actualmente se comentan en este contexto.
Juan Marichal, fiscal
La abogada Cintia Pelegrini, quien es querellante por la víctima, adhirió a lo dicho por el representante del Ministerio Público de la Acusación, MPA; y remarcó que la víctima "realmente vivió en un contexto de violencia, mucho tiempo antes de que el detonante termine justamente con la denuncia que promueve todo este proceso".
Anticipó que sumará pruebas en el juicio, con la declaración testimonial de un compañero de trabajo de la víctima, quien "puede dar fe de toda la situación que ella vivenciaba en el cotidiano de su casa".
Sostuvo: "El daño que nosotros tenemos es inconmensurable en relación de la subjetividad propia que tiene la víctima, como así también la gran manipulación a la que fue sometida durante años, tanto ella como sus hijos, lo cual continúa incluso luego del divorcio, ya que la responsabilidad subjetiva que mantiene el imputado, no reconoce los límites jurídicos que implica respetar la conducta de otro".
VIOLENCIA PSICOLOGICA Y ECONOMICA
"También tenemos que sumar a la violencia psicológica, la violencia económica en función de que jamás cumplió sus obligaciones. Muy por el contrario, obligaba a sus hijos a que mantengan dialogo o relación con él, con la amenaza de que si no, no te voy a dar plata para que vayas a estudiar".
La Dra. Pelegrini concluyó pidiendo igual condena que la solictada por el fiscal.
LA DEFENSA

A su turno la defensora pública Silvia Beatriz Zabala comenzó remarcando el estado de inocencia de Saurín, a quien definió como "un hombre de trabajo. Es un albañil que realiza tareas actualmente en la parroquia de Sagrado Corazón de Jesús de la Ciudad de Romang, que también ayuda a personas en situación de vulnerabilidad, por padecer de distintas adicciones. Adicciones que él también ha padecido y que lo llevaron durante numerosas ocasiones, incluso está internado en diferentes efectos de salud. Más precisamente, él ayuda en la comunidad donde actualmente habita, que es la comunidad San Oscar Romero de la Ciudad de Reconquista".
Reconoció que "no es fácil" defender a una persona acusada de este tipo de delitos, "por las particularidades que rodean al caso"; y porque "este tipo de denuncias tienden a revertir la carga de la prueba, cuando en realidad, y por eso aguardamos el juicio, lo que debemos esperar es que la parte acusadora demuestre con grado de certeza; y más allá de toda la duda razonable, que el hecho ocurrió y que el imputado es culpable".
Remarcó que si se pretende que Saurín demuestre su inocencia, en ese caso "entraremos en conflicto con las normas constitucionales, con las normas legales y con las normas convencionales que hacen al derecho".
Expuso que el juicio es para "reconstruir lo que aconteció", y que para eso, "cada uno aportará esos famosos trozos de información, para armar de alguna manera este rompecabezas donde, en definitiva, veremos quién reviste el carácter de víctima".
"Voy a demostrar que el acusado no cometió ninguna conducta que le fuera reprochable, ya que jamás agredió ese día a su expareja", avisó.
La defensora pidió que también respeten los DDHH de los hombres, pues, "la perspectiva de género no implica ni prescindir ni flexibilizar los estándares probatorios", advirtió, reclamando: "Es muy importante no flexibilizar los estándares probatorios para poder enrostrarles un delito a una persona acusada de este tipo de infracciones a la ley penal en contexto de violencia de género. No desconozco la perspectiva de género, pero tampoco eso implica bajar los estándares probatorios; y eso es muy importante, que en este momento y durante el transcurso de esta causa, lo tengamos en cuenta, por lo cual, lo que se pretende que aconteció con la expareja, debe ser probado y por ende, como entiendo que las evidencias no arrojarán resultados negativos, abogo por la absolución de culpa y cargo de Saurin. En definitiva, también abogo por la aplicación de un derecho penal fundamentalmente racional, fundamentalmente civilizado, basado en las reglas del respeto de los derechos humanos, no solamente de la víctima, sino de la persona que en ese momento está sujeto al enjuiciamiento penal".
Reclamó al tribunal que aplique "las reglas de la lógica y demás reglas de la recta razón, que deben llevar a una absolución".