UTN Reconquista lanza un programa de Alfabetización Académica para la carrera de ingeniería
El mismo está orientado a fortalecer la competencia de comunicación efectiva, tanto en el aspecto escrito como en el oral, contribuyendo así a la formación de los estudiantes.
"Diseñamos una estrategia pedagógica para disminuir la deserción de la carrera de ingeniería, como así, acompañarlos en su proceso de aprendizaje. Como Universidad Tecnológica entendemos que nuestra formación tiende en gran parte a las ciencias exactas, es por eso, que hemos creado un Programa de Alfabetización Académica para acompañar y facilitar el proceso de aprendizaje de nuestros estudiantes" Expresó Brian Moschen, Decano de la Facultad.
Por una parte, Franco Cabas, Sec. Académico afirmó: "Ante la necesidad de fortalecer el manejo de las herramientas de lectura y escritura de los textos de ciencia en nuestros estudiantes, se presenta un plan de acción integral, en el que las competencias de lectura, escritura y expresión oral se ponen en conversación e intervención pedagógica de manera transversal a los diferentes niveles de la carrera, a diferencia de la tradición de hacerlo en talleres o asignaturas cerradas".
Por otra parte, el Lic. Facundo Machuca profesor responsable de la cátedra manifestó "Lo importante de esto es que, ante el contexto que atraviesa la educación, los funcionarios de la facultad se hicieron cargo de la problemática y pusieron al servicio de los estudiantes un espacio para pensar, aprender y conversar sobre las estrategias discursivas necesarias, para participar de manera asertiva en la disciplina, con el fin de fortalecer el intercambio de conocimientos"
También se encontraba en el lanzamiento la Sub-Secretaría Académica, Mg. Maria Belen Sanchez, quien expresó y conceptualizó que se entiende por alfabetización: "Para Paula Carlino la alfabetización académica debe entenderse como [el conjunto de nociones y estrategias necesarias para participar en la cultura discursiva de las disciplinas, así como en las actividades de producción y análisis de textos requeridas para aprender en la universidad]" (2003, p. 410). Además, añadió: "La intención de este programa abarca, por un lado, articular las intervenciones que ya se venían realizando en esta temática, y por otro lado, incorporar otras nuevas para que puedan generarse propuestas complementarias y coordinadas".
"Creemos que las competencias de comunicación requieren de un abordaje intencional y explícito que debe comprometer al conjunto del cuerpo docente de la universidad abordando de manera institucional", expresaron Brian y Franco al respecto.
En la presentación también se encontraban Diana Bianchi, bibliotecaria de la casa y Mg. Soledad Ardiles, integrante del equipo de Sec. Académica
Para dar cierre a la presentación oficial del programa, se leyó un texto del Lic. Facundo Machuca el cual compartimos a continuación:
Otras miradas, otras prácticas
Lic. Facundo Machuca
La escritura no es, en la escritura, hay; sostiene Skliar. Esta idea que involucra algo más que una definición tradicional, puede también pensarse en torno al campo general de la Alfabetización Académica. Dice Foucault en su Arqueología del saber que no es fácil decir algo nuevo sobre un asunto cualquiera. Para que nuevos objetos puedan salir a la superficie es preciso repasar lo ya sabido, atreverse a ponerlo en duda. Por ello, es preciso que revisemos los modos en que habitualmente abordamos los problemas de la formación en la universidad en la que surgen discursos vinculados con la Alfabetización Académica, aparentemente incuestionables, pero que nos atraviesan y erróneamente los reproducimos:
- Los estudiantes no saben leer y escribir.
- No saben expresarse oralmente.
- No saben citar la bibliografía.
- Hay que mandarlos a un taller de lectura y escritura formal.
- La culpa es de la escuela secundaria.
- Copian todo de internet.
Un estudiante cuenta su primer encuentro con la escritura del siguiente modo:
Estaba en mi casa de ese momento, un ambiente conocido, con el espacio a disposición y la posibilidad de elegir los elementos. Si bien no había demasiadas cosas, lo importante era poder decidir yo: qué hojas elegir, escribir en el medio, desde arriba, desde abajo, usar lápices, biromes. La persona que estaba presente era mi mamá, que es quien justamente me enseñó a leer y escribir y puso a disposición libros varios para explorarlos como quisiera.
Con ayuda, pero sin prohibiciones, fui diagramando una historia y decidiendo qué dibujos utilizar para acompañarla. En ese momento no había una corrección sobre la ortografía, sino que el acompañamiento se centraba en orientarme sobre cómo ordenar lo que quería decir para trasladarlo al papel.
Me resuena hoy esto: hay alguien que acompaña en el proceso, que ayuda a acomodar las ideas pero sin desmerecer ninguna. El primer momento es libre, a pesar de que existen ciertos modelos a seguir para poder contar una historia. Lo que queda, lo que viene a mi cabeza cuando pienso en escribir, creativa o académicamente, son esas instancias en que la corrección va primero por el contenido, y la normativa se construye en conjunto. ¿Hay algo que les parezca raro acá? ¿Una coma, un punto, podría ir punto y coma?
A partir de aquí, podemos cambiar el foco, mirar un poco más allá. El hecho de pensar distinto de como se piensa y percibir distinto de como se ve es para Foucault el impulso y objetivo de todo discurso reflexivo. La reflexión sobre la Alfabetización Académica implica entonces un desafío: salir de nuestros confortables discursos condenatorios y mirar nuestras prácticas con nuevos ojos. Y dejar advenir así otras tramas, otros relatos. Volvemos al inicio: la escritura no es, en la escritura hay. Sí, hay personas involucradas y comprometidas, hay instituciones, como la nuestra, que se responsabilizan y diseñan un programa que representa un verdadero cambio de perspectiva para garantizar la calidad en la formación profesional de nuestros estudiantes.