Circulaba realizando maniobras peligrosas, sin carnet, sin seguro y se negó al control de alcoholemia. Resultó ser policía. Y hay más cosas que aquí te contamos.

A las 09:30 horas del 24 de febrero de 2022, el oportuno llamado de un vecino alertó a la policía sobre un automóvil Peugeot 307 de color gris, dominio ELK134, cuyo conductor realizaba maniobras peligrosas, y que lo acompañaban varias personas. Los vio en inmediaciones de calles General López y Olessio, pleno casco histórico de Reconquista.
Con esa información los agentes en la calle salieron en su búsqueda, hasta que lograron localizarlo y detenerlo cuando transitaba por calle Ledesma al 330.
El conductor fue identificado como Adrián Ezequiel Rodríguez, 35, domiciliado en calle Almafuerte al 145, quien es empleado de la Policía Vial, cobrando sueldo sin trabajar porque está "en disponibilidad".
Los inspectores municipales constataron que la licencia de conducir de Rodríguez está vencida y que no tenía seguro vigente; encima el auto está a nombre de otra persona, con domicilio en la ciudad de Las Toscas. Rodríguez se negó al control de alcoholemia, por lo que se presume la máxima escala. El vehículo quedó secuestrado.
Rodríguez fue aprehendido y puesto a disposición del fiscal de turno, quien dispuso que lo dejen en libertad.
El futuro de Rodríguez está en manos de la jefatura provincial de policía, que tiene gran cantidad de agentes cobrando sueldo sin trabajar.
Botón de muestra
El Caso Toledo, el policía detenido por distribuir pornografía infantil y violencia de género, y el Caso Rodríguez, pinta la situación de la Policial.
Desde 2016 que Eliseo Antonio Toledo, 34, suboficial de la Policía de la Provincia de Santa Fe, está imputado por comisión de delitos, y sigue cobrando sueldo, prestando funciones a medias, o nulas, según los momentos. Ahora otra vez cayó preso, en esta ocasión imputado por los delitos de difundir pornografía infantil y lesiones leves calificadas en perjuicio de su pareja.
En la mañana del jueves fue noticia Adrián Ezequiel Rodríguez, otro policía que viene cobrando sueldo hace rato sin trabajar, mientras en su tiempo libre desprestigia a la institución.
Sus colegas policías han de imaginar cuánto podrían mejorar sus sueldos si se depura la fuerza. Encima que no trabajan, o al menos no lo hacen normalmente, restan presupuesto, desde donde argumentan que no alcanza para mejorarle los ingresos a los que cumplen.
Y causan otro daño importante, porque encima desprestigian la fuerza, donde sabemos que no todos son iguales.
Este gobierno incluso ni siquiera reporta las bajas para dar una señal a la sociedad de que hay acción. Hubo gobiernos anteriores que si lo hicieron con informes de prensa, explicando cada resolución, por qué fue echado cada funcionario público.
La demora en resolver los casos así, juega a favor de los que cobran sin trabajar, o trabajando a medias. Insistimos, son los que sobrecargan al resto de la fuerza, y encima le consumen el presupuesto y le causan desprestigio. Hay que acelerar los procesos; y esto también cabe para el Poder Judicial y al Ministerio Público de la Acusación. De hecho que Toledo está imputado desde 2016.
Incalculable el dinero que despilfarra el Estado en situaciones de este tipo; y es el dinero aportado por los contribuyentes que reclaman seguridad golpeando en bolsa de lona que parecen recubrir los despachos oficiales.
Dañino el desprestigio.
Caro e ineficiente el Estado.
Y desespera la falta de reacción.
Se ve anomia frente al avance de la inseguridad.
El otro tema a resolver es el proceso de ingreso. Evidentemente, el filtrado es deficiente. Hay varios casos de policías que a poco de haber asumido ya están con carpeta médica o en las páginas policiales cometiendo delitos; incluso de narcotráfico. Casos condenados incluso en Reconquista lo confirman.
Y si hacen falta más testigos, que los políticos conversen con la gente. Si generan confianza podrían contar de los policías que participan o directamente lideran las bandas delictivas, como se probó y condenó a Eliel Gerónimo Noé Schiffo D.N.I N° 34.706.654, empleado de la policía de la provincia Santa Fe, por liderar el negocio de la cocaína que se vendía en Reconquista.
Gustavo Raffin - ReconquistaHOY